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"Todos los viernes se sube capitulo NUEVO"

Capitulo 4: "Carne fresca"

Perdida en el purpura que él me ha sumergido , poco a poco empieza desvanece  , abro lentamente los ojos, la luz es muy blanca que me cuesta trabajo abrirlos del todo, pestañeó varias veces y observo que ya no estoy en esa habitación de hospital, el  horrible color blanco con manchas gises del cual estaba pintado ahora es una hermosa habitación de color lila , la cama es mucho mas cómoda  que esa cama tan rígida como una piedra, mi cuerpo está cubierta por mantas de terciopelo negro, decoradas con un encaje morado, rápidamente toco mi pierna y me doy cuenta que solo tiene un vendaje, aun visto la penosa bata de hospital ( esa que solo te cubre de enfrente y nada en la parte trasera, es igual a la que usaba en el hospital solo que esta bordada con un escudo con una rosa morada.
Observo con cautela todo los detalles, un librero tallado con tal delicadeza que me imagino que es costoso, volteo a mi lado derecho, me sorprendo al ver en un buro con muchos medicamentos, jeringas y frascos con sangre… ¿será mi sangre?
De repente me quedo helada, en un florero de cristal  observo unas rosas…pero estas son extrañas, su tallo es completamente de color negro, las espinas son más grandes a las rosas convencionales, pero lo más sorprendente son las rosas…son de color purpura…del mismo tono de sus ojos…los ojos de él.
Aviento las cobijas y me paro de golpe del mismos miedo que me provoca recordad a ese hombre, la pierna ya no me duele mucho, “ese demente me debió de haber drogado y ahora me tiene aquí” pienso asuntada,”venderá mis órganos?¿me secuestro?¿me venderá como trata de blanca?” todas esas preguntas retumban en mi cabeza.
tengo que salir…me digo a mi misma.
Trate de buscar algún armario para cambiarme la bata, no hay nada, tomo una de las mantas de terciopelo y la rasgo con las manos, me quito la bata arrojándola con furia al suelo, con la tela desgarrada trato de hacerme un vestido enrollándome con ella.
Tomo con cautela una de las jeringas para  tener un “arma” si es necesario defenderme. Camino de puntitas para evitar hacer ruido, la pierna me incomoda pero es mejor que escape  de aquí. Giro la manija, esta cerrada…me frustro y me muerdo el labio para evitar gritar una grosería, pero veo la ventana que brilla intensamente, me acerco lentamente y observo que el seguro no esta puesto, la abro con cuidado, al otro lada un pequeño jardín seguido de un bosque de arboles y follaje me esperan.
Sostengo mi pierna  herida con cuidado, la jeringa la tomo con mi boca, piso con cuidado, doy un pequeño brinco. Corro lo  más rápido que puedo y me escondo de tras de un árbol.
Empiezo a caminar siempre verificando que nadie me siga o me vea, continuo un poco más y entonces veo unas rejas altas de color negro ,camino siguiendo las rejas con la esperanza de encontrar una puesta o una salida…pero no hay nada, mi impaciencia  y mi desesperación me invaden , al otro lado de esta un edificio muy largo y muy grande pero por desgracia nadie puede verme.
¡Sáquenme!¡ayuda!grito desgarrándome la voz en repetidas ocasiones, las lagrimas de desesperación ruedan por toda mi cara.
Golpeo más y más la reja pero nadie llega a ayudarme.
Pobre lindura….tan sola…oigo una horrible voz detrás de mí.
Miro petrificada, es un hombre muy alto de piel muy pálida, mirada psicópata y ojerosa, y se su boca unos colmillos largo…
¡VETE!¡déjame!le grito, las piernas me tiemblan y tomo la jeringa en mis manos-si no quieres que te haga daño ,¡LARGATE!trato de intimidarle pero es obvio que no puedo hacerlo.}
El se empieza a reír sádicamente y se acerca a mí, sin pensarlo le clavo la jeringa justo en la tráquea, su cara está muy cerca de la mía, veo que no se inmuta al dolo…sigue riendo…
Eres suculenta...me paralizo de terror, su cara se acerca cada vez más a mí , lo trato de empujar pero no puedo-así que mi bocadillo pone resistencia-dice enfadado , entonces toma mi brazo y rompe mi hueso…
Chillo de dolor y me dejo caer al suelo, grito y gruño como loca…el dolor es insoportable, el se agacha y me mira con lastima…yo sigo revolcándome en mi propio dolor.
—Descuida linda, pronto no sufrirás más, me beberé tu sangre, morirá y me comeré toda tu carne…pero antes de eso disfrutare tu cuerpo, cada centímetro y milímetro lo are mío dice con toda la calma del mundo como si me hiciera un favor.
—Deliciosa carbónle oigo decir mientras hace sonidos desagradables con su boca.
Siento que estoy a punto de desmallar, el me toma entre sus manos áspera y rasposas, mueve mi cabeza y la deja expuesto mi cuello, siento el rosar de sus colmillos en mi piel…me duele el cuerpo y me duele mi alma…acabar de esta forma mi vida, siendo alimento de un vampiro…violara mi cuerpo y me comerá mi carne…
….y yo son poder impedirlo.

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